Los códices están conformados por un conjunto de hojas rectangulares de pergamino o de papiro que se doblan formando cuadernillos para escribir sobre ellos, los cuales se protegen mediante una encuadernación. Dichos cuadernillos, al unirse a través de la costura, llegan a constituir el códice completo.
Estos códices eran escritos en un scriptorium.
El término scriptorium se usa habitualmente para referirse a la habitación de los monasterios de la Europa medieval dedicada a la copia de manuscritos por parte de los escribas monásticos. No obstante, múltiples indicios parecen indicar que tales habitaciones fueron muy poco frecuentes; la mayor parte de la escritura monástica se habría realizado en una especie de cubículos que existían en los claustros o en las propias celdas de los monjes.
La escuela de traductores de Toledo se dedicaba a distintos procesos de traducción e interpretación de textos clásicos greco-latinos alejandrinos, que habían sido vertidos del árabe o del hebreo a la lengua latina sirviéndose del romance castellano o español como lengua intermedia, o directamente a las emergentes «lenguas vulgares», principalmente al castellano.
subido por : José Alfonso Gamarra
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